viernes, 14 de noviembre de 2008

Navidad

Salvo por mi cuerpo muerto en el centro, la habitación está como siempre. Veo los ángulos que las paredes forman con el suelo: están sucios, al igual que el piso y la sangre que se escapa por mi cabeza. No siento dolor ni molestias. La sirena afuera y la radio del vecino confirman la fecha. Buenos Aires arde. Quién me mató está bajando ahora las escaleras del edificio. Me pregunto como será su cara, el motivo de su violencia. Si se hubiera llevado mi billetera o alguna pertenencia lo entendería. Pero entró, me rompió el cráneo y se fue sin decir una palabra. Aunque creo haberlo escuchado murmurar por lo bajo algo como "feliz navidad". Estoy en el suelo en una posición indecorosa. Mi brazo derecho quedó cruzado por debajo de mi pecho y mis calzones se bajaron un poco dejándome media nalga al descubierto. Imagino la cara que pondrá quién me encuentre primero. Si pudiera sentir placer, lo sentiría, no tengo dudas. Imagino que quién me alquila está habitación llorará por su renta más que por mi ausencia. Y eso que me habían pagado el aguinaldo. Aunque para ser sincero debo admitir que nunca me trató mal. Tampoco es que le di motivos. Me considero un excelente inquilino. Su hija, la verdad es que está un poco enamorada de mí. Tengo ese efecto sobre las hijas de quienes me alquilan las habitaciones. La navidad pasada (todo sucede siempre en navidad) me había horneado un rico budín. Rico, pero no exquisito. Me golpeó la puerta con ganas de entrar pero la verdad es que estaba un poco ocupado y tuve que despacharla ahí mismo. Es que estaba leyendo Anna Karenina. Ahora que me pongo a pensar, creo que era Guerra y Paz. No lo recuerdo. La muerte debe haberme dejado un poco idiota. Como sea, estaba leyendo, y a la puerta viene la hija de quién me alquila a dejarme este rico budín navideño. ¿O ya estaba muerto cuando vino? No estoy seguro. Así que lo comí como siempre como los budines navideños: con cara de ventilador roto. Y cuando por fin me iba a poner a resumir mi lectura, ahí me golpea el padre para desearme felices fiestas. Se habían complotado para hacerme pasar una navidad penosa. Le agradecí con mi mejor cara y le cerré la puerta en la suya. Que descortés. Espero me perdone. Es su habitación después de todo.

22 comentarios:

Nacho Hevia dijo...

en Navidad pasan muchas cosas...hasta las más desagradables

envueltos en neón y adornos, falseamos la realidad de tal manera que las agujas parecen más profundas cuando atraviesan nuestra piel

Anónimo dijo...

Clap Clap Clap!
Nenito la verdad que con vos hay que sacarse el sombrero... Cada post es mejor que el otro.
Javo , mis felicitaciones como siempre , tenes un talento nato negrito!
Mil abrazos y muy buen finde!

Juancho! ( agradeceme que por mi te hiciste un blog jajajajajajaa)
BESOS CHOTO!

Anónimo dijo...

Muy bueno. Me gustó mucho de verdad.

Mónica dijo...

Historias de Navidad, y hay tantas realidades en cada habitaciòn. Te felicito por esta con la que me sorprendes hoy. Buen fin de semana., un abrazo.

Tristancio dijo...

Para los solitarios no hay navidades, mucho menos felices. Los solitarios se enteran que es navidad por algún budín inoportuno, o porque la muerte te avisa que ya no tendrás que padecer más navidades.

Me gusta también este registro más cotidiano. Sin embargo, la historia se escapa, poco a poco, hacia donde tú quieres que se escape...

(Llevo rato tratando de descubrir al asesino... y al muerto).

Un abrazo.-

Blue Fairy meets Gepetto dijo...

me gustó ver el asesinato desde la perspectiva de la victima, muy bueno...se viene con pintura alusiva?

Paola Florio dijo...

Me gustó el relato!
Algún día voy a abrir un centro de diversión para que los solitarios no se queden solos encerrados en sus habitaciones para una fecha tan nefasta :) Corren peligro de muerte!

Sweet Tiff dijo...

excelente...me recordo a una pelicula que vi...
pero como es la cara de ventilador roto?jaja.
un padre celoso de su hija?

besotes y buen finde!!

Anónimo dijo...

Es lo que tiene la navidad,que trastorna a cualquiera!

Ves,por eso yo ODIO la navidad!
:)

Mer

Mary Lovecraft dijo...

buenísima historia de navidad, y original como tú mismo.

...y es que pocos muertos pueden vivir para contar su última navidad.

un beso Javi :)

Eric dijo...

Celoso el hombre che !!! :P
Navidad sangrienta.
Si pudiera, pasaría de largo la navidad, me es indiferente.
A mi también me recordó una película, "El juego del miedo", solo que en ella además del muerto en el medio había dos tipos mas en la habitación.
Me gusto mucho.
Un abrazo.

Blonda dijo...

javi: Me encantó la cara de ventilador roto, debe ser la misma que yo pongo para Las Fiestas...

Genial el relato...beso enorme

Ada dijo...

Me gustaron mucho las imágenes, pude ver todo como un corto más que un relato..o para los sentidos es lo mismo? beso

Anónimo dijo...

muy bueno

g. dijo...

Gran frase de inicio, leyendo eso sabes que nada puede ir mal (Para el lector claro, no para el fiambre).

Me gusto mucho, tiene un aire policial, se va desdoblando en capas para ir mostrado los hechos (No creo que los motivos); aunque me llama la atención como el personaje piensa como va a extrañar la renta.

Buen texto.
Me gusto mucho.
Saludos y buenos deseos navideños, ya que estamos...

Arcángel Mirón dijo...

¿Cómo es la cara de ventilador roto?

Yo debo ser la única persona, a excepción de esas amas de casa estadounidenses de película, a la que le gusta la Navidad.

Tu historia es oscura. Y esto es un elogio.

:)

Anónimo dijo...

Uddd ¿navidad? Nooo!! No la nombres si quiera!! que no me gusta nada :S

Buen post, aún llevando ese titulo :)

Besos Javier

Guillôm dijo...

Qué importa el perdón cuando uno ya se encuentra en la recta final? Morir tiene sus beneficios, lo que nos mantiene vivos es que no superan a aquellos producto de la vida; el día en que la muerte me depare más mieles que la vida, supongo que moriré.
Excelente relato el tuyo Javier. Me encantó la oscuridad y la honestidad.

Anónimo dijo...

qué buen relato Javier, contado desde la muerte, con un talento inconfundible y ese estilo propio que te identifica.
Navidad es esa fecha donde muchas luces encandilan las verdades y se recrean espacios ambiguos de falsetes y circos.
Por eso, yo soy feliz vestida de blanco a orillas del mar!
Un beso gigante

Javier dijo...

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Me disculpo por no estar pasando a saludarlos, es que verdaderamente estoy con muy muy poco tiempo!

Saludos y gracias nuevamente!

El Manga dijo...

Realmente me gusto mucho !
Es raro un relato desde la perspectiva de el muerto, que lo unico que puede hacer es mirar, pensar y recordar, como cuando un sueño nos engaña y creemos despertar para darnos cuenta que jamas despertamos.

Un Abrazo !

Florcita dijo...

Dios... me gusta tu cabeza...

Florcita.